La Edad de Oro de Aragón (siglos XIV–XV) es un período en el que Aragón, uno de los reinos de España, alcanzó un florecimiento sin precedentes en las esferas política, cultural y económica. Este período se caracteriza por cambios significativos y logros que moldearon la historia de la región.
En el siglo XIV, Aragón se convirtió en uno de los reinos más destacados de la península ibérica. Tras la unión de Aragón con Cataluña a principios del siglo XIII, el reino comenzó a expandir sus territorios e influencia, lo que favoreció su desarrollo económico y cultural.
En este período, Aragón logró una notable estabilidad política bajo el gobierno de monarcas como Pedro IV y Jaime II. Los pasos importantes en la expansión del reino incluyeron:
La economía de Aragón en la Edad de Oro experimentó un auge gracias al desarrollo del comercio y la agricultura. Los factores clave del crecimiento económico fueron:
La vida cultural de Aragón en este período fue rica y diversa. Aragón se convirtió en un centro de ciencia, literatura y arte. Logros importantes incluyen:
La Edad de Oro también fue un tiempo de cambios religiosos. La influencia de la Iglesia católica fue significativa, pero al mismo tiempo se observó un aumento del poder secular. La sociedad aragonesa se volvió más estratificada, incluyendo:
A pesar de los logros, a finales del siglo XV Aragón enfrentó una serie de problemas, incluyendo:
Estos factores condujeron al declive de Aragón y a la pérdida de su autonomía dentro del reino español unificado.
La Edad de Oro de Aragón fue una etapa importante en la historia no solo del reino, sino de toda España. Los logros de este período continúan teniendo influencia en el desarrollo cultural y político de la región en los siglos posteriores.