Las observaciones astronómicas son la práctica de estudiar cuerpos celestes y fenómenos utilizando instrumentos y métodos que permiten al ser humano comprender el cosmos y sus leyes. Los orígenes de tales observaciones se remontan a un pasado lejano, mucho antes de lo que podemos imaginar. Alrededor del año 2000 a.C., la humanidad ya comenzaba a darse cuenta de la importancia de observar las estrellas y los planetas, lo que sentó las bases para el desarrollo de la astronomía como ciencia.
Las antiguas civilizaciones, como los sumerios, egipcios y mayas, ya utilizaban la vista desnuda para estudiar los cuerpos celestes. Comenzaron a registrar los ciclos regulares del movimiento de la Luna y los planetas, lo que dio origen al primer calendario astronómico. Estas observaciones también ayudaron a predecir fenómenos naturales, como eclipses, cambios en las estaciones, etc.
En las primeras etapas de las observaciones astronómicas, las personas utilizaban herramientas simples, como cuerdas y palos para medir ángulos. Con el tiempo, comenzaron a aparecer dispositivos más complejos. Por ejemplo, las grandes braquistocronas se utilizaban para determinar longitudes de cable y alturas de estrellas, así como axiomas que permitían determinar su posición en el firmamento.
Los antiguos astrónomos formulaban hipótesis sobre la estructura del Universo basándose en sus observaciones. Llegaron a la conclusión de que la Tierra era el centro del Universo, alrededor del cual giraban los cuerpos celestes. Estas ideas, aunque incorrectas, sirvieron de base para futuras investigaciones.
Se crearon numerosas tablas y registros sobre fenómenos celestes, la fecha y visibilidad de ciertas estrellas durante este período. Así, los sacerdotes sumerios registraron sus observaciones en tablillas de arcilla, lo que permitió transmitir el conocimiento acumulado a las futuras generaciones.
Las observaciones astronómicas jugaron un papel importante en el establecimiento de las civilizaciones antiguas. Gracias a ellas, las personas podían dedicarse con éxito a la agricultura, orientarse en el mar y construir templos alineados con ciertas estrellas. Estos conocimientos se convirtieron en la base para creencias religiosas y tradiciones culturales.
Los registros y observaciones realizadas en este período sentaron las bases para investigaciones astronómicas posteriores en la antigüedad. Gracias al conocimiento acumulado anteriormente, grandes pensadores como Platón y Aristóteles pudieron desarrollar sus teorías sobre la estructura del Universo.
Las observaciones astronómicas, comenzando alrededor del 2000 a.C., se convirtieron en un momento clave en el desarrollo de la comprensión humana del cosmos. Condujeron a la aparición de los primeros métodos de astronomía, navegación, planificación agrícola e incluso filosofía. Estos primeros pasos en la astronomía abrieron la puerta a futuros descubrimientos y esfuerzos de investigación que continúan hasta nuestros días.