Sumerios — uno de los primeros pueblos conocidos que fundaron una civilización altamente desarrollada en Mesopotamia. Su cultura surgió alrededor del 4000 a.C. y se convirtió en la base de muchos logros, como la escritura, la arquitectura y la ley. Viviendo entre los ríos Tigris y Éufrates, los sumerios fueron los primeros en desarrollar un sistema de gestión agrícola y estructuras sociales complejas.
Los sumerios se establecieron en la parte sur de Mesopotamia, donde las tierras fértiles favorecieron el desarrollo de la agricultura. Los primeros asentamientos sumerios comenzaron a formarse en el IV milenio a.C., y hacia el final del III milenio a.C. se transformaron en poderosas ciudades-estado. Las principales ciudades — Uruk, Ur, Lagash, Kish y Eridu — se convirtieron en centros de comercio, religión y cultura.
Los sumerios inventaron **sistemas de irrigación**, que les permitieron controlar los recursos hídricos, lo que aumentó significativamente la productividad agrícola. Esto aseguró el crecimiento de la población y la prosperidad de sus ciudades.
Las ciudades sumerias eran ciudades-estado independientes, cada una con su gobernante, conocido como ensi o lugal. Los gobernantes cumplían funciones tanto seculares como religiosas, siendo considerados representantes de los dioses en la tierra. Las ciudades a menudo entraban en conflicto por el control de recursos y territorio, lo que conducía a guerras permanentes entre ellas.
La sociedad sumeria se dividía en varias clases:
La base de la economía era el trueque, y más adelante aparecieron las primeras formas de dinero en forma de plata y otros objetos valiosos.
Los sumerios fueron pioneros en muchos campos, lo que tuvo un impacto significativo en el posterior desarrollo de la civilización humana:
La religión desempeñaba un papel importante en la vida de los sumerios. Ellos adoraban a muchos dioses, que, según su creencia, gobernaban los fenómenos naturales y el destino de las personas. Entre los principales dioses:
La mitología sumeria estaba llena de leyendas sobre la creación del mundo y héroes, como el Épico de Gilgamesh — una de las obras literarias más antiguas, que narra las aventuras de un héroe y su búsqueda de la inmortalidad.
Hacia el final del III milenio a.C., la civilización sumeria comenzó a debilitarse. Las principales causas de la caída fueron las constantes guerras entre las ciudades y las invasiones de pueblos externos, como los amorreos y elamitas. En el año 2000 a.C., las ciudades sumerias fueron conquistadas, y su influencia comenzó a disminuir. Sin embargo, sus logros en escritura, arquitectura y leyes fueron adoptados por babilonios y asirios.
A pesar de su caída, el legado cultural de los sumerios dejó una huella indeleble en la historia de la humanidad:
Los sumerios crearon las primeras ciudades del mundo, inventaron la escritura y establecieron las bases para la ciencia, el arte y el derecho modernos. Sus logros tuvieron un profundo impacto en el posterior desarrollo de las civilizaciones del Medio Oriente y del mundo en general. La historia de los sumerios es la historia del surgimiento de la civilización humana, que continúa fascinando a científicos e investigadores hasta hoy.