Babilonia es uno de los estados antiguos más conocidos, ubicado en Mesopotamia. Fue un centro de civilización durante muchos siglos, dejando una huella significativa en la historia de la humanidad. La historia de Babilonia comienza alrededor del 2300 a.C., cuando su fundador fue el rey Sargón de Acad. Sin embargo, el período más significativo en la historia de la ciudad fue la época del rey Hammurabi (1792–1750 a.C.), quien unificó Mesopotamia y convirtió a Babilonia en su capital.
Antes de la aparición de Babilonia como una gran potencia, la región estaba poblada por diversos pueblos, incluidos sumerios, acadianos y amorreos. Las primeras menciones de Babilonia se encuentran en textos de finales del III milenio a.C., cuando la ciudad desempeñaba un papel secundario entre otras ciudades-estado de la antigua Mesopotamia. Gradualmente, comenzó a ganar influencia política y económica, lo que llevó a su ascenso en la escena mundial.
Uno de los reyes más conocidos de Babilonia es Hammurabi. Su reign fue marcado no solo por conquistas bélicas, sino también por la creación del famoso código de leyes conocido como los Códigos de Hammurabi. Este código, que consta de 282 artículos, se convirtió en la base del sistema legal de muchas civilizaciones posteriores. Hammurabi unificó con éxito Mesopotamia bajo el dominio de Babilonia, convirtiéndola en el estado líder de la región. Este fue un período de florecimiento económico y cultural, cuando Babilonia se convirtió en la ciudad más grande de su tiempo.
La cultura babilónica estaba estrechamente relacionada con la religión. La deidad principal era Marduk, el dios protector de la ciudad. En honor a Marduk se construyó un majestuoso zigurat, un templo que recuerda a una pirámide escalonada. Este zigurat probablemente fue el modelo para el mito de la Torre de Babel. Babilonia también era conocida por sus logros astronómicos y matemáticos, incluyendo el desarrollo de un sistema de cálculo basado en el número 60, que sentó las bases para la división del tiempo en horas, minutos y segundos.
Después de la muerte de Hammurabi, Babilonia comenzó a perder gradualmente su poder. La dinastía de Hammurabi fue derrocada, y la ciudad quedó bajo el dominio de los casitas. Sin embargo, Babilonia siguió siendo un importante centro cultural y religioso. Posteriormente, la ciudad fue conquistada por los asirios, pero recuperó su independencia en el 626 a.C., cuando ascendió al trono Nabopolasar, el fundador del Imperio Neobabilónico.
El apogeo del poder de Babilonia se produjo durante el reinado de Nabucodonosor II (604–562 a.C.). Fue en este período cuando se construyeron los famosos Jardines Colgantes de Babilonia, una de las siete maravillas del mundo. Nabucodonosor II se dedicó activamente a la expansión y embellecimiento de la ciudad, convirtiéndola en un majestuoso centro de civilización. Sin embargo, después de su muerte, el imperio se debilitó rápidamente y en el 539 a.C. Babilonia fue conquistada por los persas bajo el mando de Ciro el Grande.
La caída de Babilonia fue un hito importante en la historia del mundo antiguo. Después de la conquista por los persas, la ciudad perdió su significado político, aunque siguió siendo un importante centro cultural y religioso. Más tarde, Babilonia fue parte del Imperio de Alejandro, pero con el tiempo decayó y fue finalmente abandonada hacia el siglo I d.C.
Babilonia dejó una huella imborrable en la historia mundial. La arquitectura babilónica, sus leyes y logros culturales tuvieron un enorme impacto en las civilizaciones posteriores. El mito de la Torre de Babel, las tradiciones culturales y el conocimiento científico de la antigua Mesopotamia se reflejan en el legado del mundo antiguo y aún suscitan interés entre académicos e historiadores.